Historias
Mínimas.
En
Cortísimo metraje, de Julio
Cortázar, como
dice Miguel Díez R. en Narrativa Breve: “Hay... una declarada intención
cinematográfica, como ya lo indica el mismo título. Podría ser el
guión de un cortometraje que plasmara por escrito las imágenes
fílmicas que el realizador vería desde el visor de una cámara.
Todo ello explica el carácter telegráfico del texto, escueto y sin
ningún adorno, la acusada economía lingüística con supresión de
palabras, escasez de verbos, falta de nexos de unión que arrastran
una evidente ruptura sintáctica y narrativa, a lo que hay que añadir
una voz narrativa externa ni en primera ni en tercera persona, la
rapidez de la acción, el suspense y el final inesperado.
Para el lector la
primera reacción es de sorpresa, confusión y desasosiego ante la
ambigüedad de un texto que para descifrarlo le exige especial
atención y, desde luego, leerlo más de una vez”.Nosotros hemos intentado realizar un “audiometraje”, una especie de narración apoyada en un soundtrack narrativo. Ese es nuestro empeño desde hace varios años. Somos testarudos y seguimos en ello...
Ficha de audio:
Texto: Julio Cortázar.
Narrador: Javier Merchante.
Música: JulienBoulier y Marc Teichert (Jamendo).
Todos los relatos de esta categoría reunidos aquí.
Cortísimo metraje. (Julio Cortázar)
Automovilista en vacaciones recorre las montañas del centro de Francia, se aburre lejos de la ciudad y de la vida nocturna. Muchacha le hace el gesto usual del auto-stop, tímidamente pregunta si dirección Beaune o Tournus. En la carretera unas palabras, hermoso perfil moreno que pocas veces pleno rostro, lacónicamente a las preguntas del que ahora, mirando los muslos desnudos contra el asiento rojo. Al término de un viraje el auto sale de la carretera y se pierde en lo más espeso. De reojo sintiendo cómo cruza las manos sobre la minifalda mientras el terror crece poco a poco. Bajo los árboles una profunda gruta vegetal donde se podrá, salta del auto, la otra portezuela y brutalmente por los hombros. La muchacha lo mira como si no, se deja bajar del auto sabiendo que en la soledad del bosque. Cuando la mano por la cintura para arrastrarla entre los árboles, pistola del bolso y a la sien. Después billetera, verifica bien llena, de paso roba el auto que abandonará algunos kilómetros más lejos sin dejar la menor impresión digital porque en ese oficio no hay que descuidarse.
Último round (1969), Madrid, Debate, 1992
No hay comentarios:
Publicar un comentario