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sábado, 19 de enero de 2013

La dura realidad.

 
Relatos Breves.

¿Metáfora de lo que está pasando? Aplíquenlo a distintas situaciones de la realidad, desde las más altas instancias de la representación política hasta las relaciones domésticas más cercanas y encontrarán la dura realidad: el eterno diálogo de sordos.
 La dura realidad de Ángel Zapata, publicado en Las buenas intenciones y otros cuentos, Páginas de Espuma, 2.011.

Reparto:
Hombre: Ismael Roldán.
Vendedor: Joaquín Foncueva.
Música: Löhstana David (Jamendo).
Duración: 3:54.

4 comentarios:

El moli dijo...

Extraño diálogo, un señor furioso y vendedor digno de ser atropellado.
El relato va in crescendo hasta poner nervioso al lector o escucha en este caso. Muy logrado y excelente actuación.
Felicitaciones.
Un abrazo Luis

Javier Merchante dijo...

Buenas, Luis. Alegría verte de nuevo.Siempre tan atento. Esta vez hemos sido más cortos...
En este país hay helados, pero no quedan; y los que quedaban se los comieron los de siempre, unos y otros. Al final, el kiosco vacío, pero hay helados, claro que hay helados, sólo que no quedan...
Un abrazo.

Yo no sé, nomo todavía tengo lagrimas y no se me han secado los ojos dijo...

Los helados dulces de la vida, o al menos eso pareciese, en mi modesta opinión, sintesis cerebras adormecida) SOLO PIENSO QUE UNA COSA NO SIEMPRE PUEDE SER LO QUE PARECE,AUNQUE EN SENTIDO SUBREALISTA, CLARO.LA VIDA ARMONIDOSA DE UN TRANSEUNTE, QUE PARA ANTE UN PUSTO LLAMADO HELADOS, y se encuentra con un repetitivo hombre, que obstinado en sólo decir que su puesto lleva helados, hace en el otro la despesperación en sus preguntas reiterativas, al preguntar una y otra vez, sus mensajes al obstninado e imperecedero eterno señor de los helados,que una vez y otra repite sin cesar que hay lelados cuando en realidad lo que queda es una lata de fiambres, fria, y sin cesar dice para inquin a del otro que sí, que son helados,clonsusión; este hombre el de los helados, que se cree que por tener un cartel lllámese helados, tiene la osadía de remachar una vez y tantas más , eso sí con mucha educación, que sus latas frias de conserva, no son más que helados, más que unos helados, que un sediento señor al pasar por allí soñó que iba a saciar su sed con lo mejor que en ese momento a el le hubiese deseado, a mi entender a la tercera va la vencida, le hubiera dado una patada en el trasero, y a santas pascuas con sus helados

Javier Merchante dijo...

Hola, Dolores: No creo que a la tercera hubiera pasado nada; ni patada en el traseso...; no podría, está el mostrador que lo defiende. El cliente siempre lleva la razón y, cuando no la lleva, rige el principio de reservado el derecho de admisión. Este es el caso. Por eso el heladero va tan sobrado.
El relato es como la noria de feria. Un usuario/ciudadano llega a la noria/poder donde te ofrecen un viaje a la luna y a las estrellas. Pero no hay billetes, no puedes viajar. La noria no funciona. Por no dar, no da ni vueltas... Pero puedes viajar porque la noria está abierta y no para de dar vueltas, aunque no las dé. La pura realidad, lo que está pasando...
Gracias por tu visita. Vuelve pronto.
Salu2.